Muchas personas aseguran que los perros son capaces de detectar sismos con varios minutos de anticipación, otros dicen que los perros pueden ver las almas. Pero, son muy pocos los que puedan decir que un perro pueda atentar contra su propia vida. Y no solo uno, sino muchos de ellos.
En Milton (Reino Unido) existe un puente magnífico construido en el año 1859 por encargo de James White. White tenía planeado construir su residencia de retiro, para lo cual debía salvar la distancia física creada por el río Clyde, que no permitía la conexión del poblado de Miller con otras áreas. Para ello, White contrata a un arquitecto, quien diseña un puente sobre el río Clyde de estilo victoriano. Como representante de tal estilo, el puente carece de detalles arquitectónicos vistosos, está compuesto de tres grandes arcos por los que discurre el río. En cada una de las alas del puente (completamente plano) destacan unos grandes bloques de piedra, que impiden la visión de personas pequeñas sobre lo que hay detrás de cada una de las alas.
Las anécdotas sobre los perros suicidas comienzan a partir de la década del ’60. Y no es que los perros consumieran LSD, es que en realidad parecía como si fueran atraídos por fuerzas misteriosas. Los perros saltaban sobre los bloques de piedra que revestían el puente, y chocaban contra las aguas del Clyde (en el mejor de los casos), aunque en otras ocasiones chocaban contras las rocas del río y morían instantáneamente. Pero, lo desconcertante era que los perros sobrevivientes luego del impacto contra el río, volvieran sobre la cumbre del puente para realizar nuevamente tal acto nefasto.
Han sido decenas y decenas los perros muertos sobre el Overtoun Bridge, lugar que se ha vuelto famoso por este detalle tan triste. Pero, la curiosidad del hombre siempre trata de ir más allá de las anécdotas y de teorías como la de que el puente albergaba un extraño magnetismo o que el origen de las piedras que permitieron la construcción del Overtoun Bridge esté inundanda de fuerzas celtas misteriosas. Los investigadores hallaron que sobre la zona pululan visones. ¿Y qué, qué hace que los perros se maten, acaso los visones les dicen ‘oe, perro, mátate causa’? Para nada. En realidad, los visones secretan a través de su ano (provecho, con sus almuerzos) una sustancia viscosa que les sirve para la demarcación territorial y que puede ser captado por los perros, especialmente en razas como los labradores o los collies, quienes suelen mostrar una ansiedad inusitada al oler esta sustancia. He ahí la razón de todo. Por lo menos quedó descartada la idea de que los perros quieran imitar a Demi Lovato.
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